lunes, 5 de febrero de 2007

Autores independientes y autores de la postmodernidad.

Escuela de Chacao: primera generación
Compositores de este período:
· Juan Manuel Olivares. (Caracas, 1760 - 1797)
· Francisco Velásquez, el viejo (Caracas, 1755 - 1805)
· José Antonio Caro. (Caracas, 1758 - 1783)
· Pedro Nolasco Colón. (Valencia, c.1770 - Caracas, 1813)

Escuela de Chacao: segunda generación
Compositores de este período
· José Ángel Lamas (Caracas, 1775 - 1814)
· Cayetano Carreño ( Caracas, 1774 - 1836)
· José Lino Gallardo Ocumare del Tuy, 1773 - Caracas, 1837)
· Juan José Landaeta (Caracas, 1780 - 1812)
· José Francisco Velásquez, el joven Caracas, 1781 - 1822)

Escuela de Chacao: continuadores
Compositores de este período
· Juan Francisco Meserón (Caracas, 1779 - 1845)
· José María Gómez Cardiel (Cumaná, 1797 - Trinidad, 1872)
· Atanasio Bello Montero.(Caracas, 1800 - 1876)
· José María Osorio (Caracas, 1803 - Mérida, 1852)
· José María Montero (Caracas, 1782 - 1869)
· José Lorenzo Montero

Compositores venezolanos románticos
· José Ángel Montero (Caracas, 1832 - 1881).
· José Gabriel Núñez Romberg (Maturín, 1834 - Cumaná 1918).
· Felipe Larrazábal (Caracas, 1816 - 1873).
· Federico Villena (Turmero, edo. Aragua, 1835 - Caracas, 1899).
· Reynaldo Hahn (Caracas, 1874 - París, Francia, 1947).
· Ramón Delgado Palacios (Caracas, 1867 - 1902).
· Sebastián Díaz Peña (Puerto Cabello, edo. Carabobo, 1844 - Maracay, edo. Aragua, 1926).
· Jesús María Suárez (n. Caracas, 1845).
· Teresa Carreño (Caracas, 1853 - Nueva York, 1917).
· Salvador Narciso Llamozas (Cumaná, edo. Sucre, 1854 - Caracas, 1940).
· Pedro Elías Gutiérrez (La Guaira, 1870 - Macuto, 1954).
· Manuel Leoncio Rodríguez (Valencia, 1870 - Caracas, 1943).
· Andrés Delgado Pardo (Caracas, 1870 - 1940)
· Joaquín Silva Díaz (Cumaná, 1886 - Caracas, 1977)
· Henrique León (Guatire, 1854 - 1899).
· Régulo Rico (Guatire, 1878 - 1960).
· Augusto Brandt (Puerto Cabello, 1892 - Caracas, 1941).

Tiempos de renovación
· Vicente Emilio Sojo(Guatire, 1887 - Caracas, 1974)
· Juan Bautista Plaza (Caracas, 1898 - 1965)
· José Antonio Calcaño (Caracas, 1900 - 1978)
· Juan Vicente Lecuna (Valencia, Venezuela, 1891 - Roma, Italia, 1954)
· Miguel Ángel Calcaño (Caracas, 1904 - 1958)
· Eduardo Plaza Alfonzo (Caracas, 1911 - 1980)
· María Luisa Escobar (Valencia, 1912 - Caracas, 1985)

La Escuela de Santa Capilla.
· Antonio Estévez (Calabozo, Edo. Guárico, 1916 - Caracas, 1988)
· Ángel Sauce (Caracas, 1911 - 1995).
· Evencio Castellanos (Cúa, Edo. Miranda, 1915 - Caracas, 1984)
· Antonio José Ramos (Carúpano, Edo. Sucre, 1901)
· Víctor Guillermo Ramos (Cúa, Edo. Miranda, 1911)
· Inocente Carreño (Porlamar, Edo. Nueva Esparta, 1919)
· Gonzalo Castelanos (Canoabo, Edo. Carabobo, 1926)
· Antonio Lauro (Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar, 1917 - Caracas, 1986)
· Carlos Enrique Figueredo (Tocuyito, Edo. Carabobo, 1910 - 1986)
· Moisés Moleiro (Zaraza, Edo. Guárico, 1904 - Caracas, 1979)
· Luis Felipe Ramón y Rivera (San Cristóbal, 1913 - Caracas, 1993)
· José Clemente Laya (Caracas, 1913 - Maracay, Edo. Aragua, 1981)
· Blanca Estrella Veroes de Méscoli (San Felipe, Edo. Yaracuy, 1913 - Caracas, 1987)

Años Cincuenta
· Andrés Sandoval (Caracas, 1924)
· Modesta Bor (Juan Griego, edo. Nueva Esparta, 1926)
· José Luis Muñoz (Caracas, 1928 - 1982)
· Raimundo Pereira (Calabozo, edo. Guárico, 1927 - Caracas, 1996)
· Nelly Mele Lara (Caracas, 1922 - 1993)
· Primo Casale (Lombardía, Italia, 1904 - Caracas, 1981)
· Jesús Antonio Calderón (San Juan de Colón, edo. Táchira, 1921)
· Rhazés Hernández López (Petare, edo. Miranda, 1918 - Caracas, 1991)

Contemporaneidad

· Alfredo Del Mónaco.
· Isabel Aretz.
· Mabel Mambretti.
· Alberto Grau.

Escuela de Santa Capilla: últimas promociones.

· José Antonio Abreu.
· Alba Quintanilla.
· Daniel Milano.
· Juan Bautista Medina.
· Tiero Pezzuti.
· Francisco Rodrigo.
· Luis Morales Bance.
· Leopoldo Igarza.

Influencias europeas que dieron origen al surgimiento de la Ópera y cuales eran las condiciones existentes en el país que facilitaron su aparición por

En latín la palabra ópera es el plural de opus, que significa 'obra'. El término sugiere que combina los artes de canto coral y solo, declamación y baile, en un espectáculo en escena.
La primera obra considerada una ópera, en el sentido comúnmente entendido, data aproximadamente del año 1597. Esta fue Dafne, (obra actualmente desaparecida) escrita por Jacopo Peri para un círculo de humanistas letrados florentinos conocidos como la Camerata de Bardi de Dafne fue un intento por revivir la tragedia griega clásica, como parte de la amplia reaparición de la antigüedad que caracterizó al Renacimiento. Un siguiente trabajo de Peri, Euridice, que data del año 1600, es la primera ópera que haya sobrevivido hasta la actualidad. No obstante, el uso del término ópera se inicia cincuenta años después, a mediados del siglo XVII para definir las piezas de teatro musical, a las cuales se les refería hasta ese momento con formulaciones universales como dramma per musica ('drama musical') o fávola in musica ('fábula musical'). Diálogo hablado o declamado, llamado "recitativo" en la ópera, acompañado por una orquesta o por una escueta línea de bajo, es la característica fundamental del melodrama, en el sentido original.
Ópera barroca
La ópera no se mantuvo confinada a audiencias cortesanas. En el año 1637 en Venecia emergió la idea de una "temporada" de óperas de asistencia abierta a todo público, financiada por la venta de entradas. Influyentes compositores de ópera del siglo XVII incluyen a Francesco Cavalli y Claudio Monteverdi, cuyo Orfeo (1607) es la ópera más antigua que todavía se representa hoy en día. Una siguiente obra de Monteverdi, Il Ritorno d'Ulisse in Patria (1640), también es conocida como una obra muy importante de los inicios de la ópera. En estas primeras óperas barrocas, se combinaba la comedia con elementos trágicos de una manera tal que desprendía una amplia sensibilidad, lo que inició el primero de muchos movimientos reformistas de la ópera, el cual fue asociado con el poeta Pietro Trapassi, conocido como Metastasio, cuyos libretos contribuyeron a cristalizar el tono moralista de la ópera seria. La comedia en la ópera barroca estaba reservada para la ópera bufa, en una tradición en desarrollo separado que, en parte, se derivó de la comedia del arte.
La ópera italiana estableció el estándar. Los libretti italianos fueron la norma, incluso para compositores alemanes como Händel que escribía para audiencias londinenses, o Mozart en Viena, cerca de finales del siglo XVIII.
Bel canto
El bel canto era un estilo presente en la ópera italiana que se caracterizaba por el virtuosismo y el adorno que demostraba el solista en su representación. En la primera mitad del siglo XIX el bel canto alcanzó su nivel más alto, a través de las óperas de Gioacchino Rossini, Vincenzo Bellini y Gaetano Donizetti.
Ópera francesa
En rivalidad con producciones importadas de ópera italiana, una tradición francesa separada, cantada en francés, fue fundada por el compositor francés Jean-Baptiste Lully, quien monopolizó la ópera francesa desde 1672. Las oberturas de Lully, sus recitativos disciplinados y fluidos y sus intermezzi, establecieron un patrón que Cristoph Willibald Gluck luchó por reformar casi un siglo después. La ópera en Francia ha continuado incluyendo interludios de ballet y una elaborada maquinaria escénica.
La ópera francesa estuvo influenciada por el bel canto de Rossini y otros compositores italianos.
Ópera comique
La ópera francesa con diálogo hablado es conocida como ópera-comique, indistintamente de su contenido. Ésta tuvo su auge entre los años 1770 y 1880, y una de sus representantes más reconocidas fue Carmen de Bizet en 1875. La ópera-comique sirvió como modelo para el desarrollo del singspiel alemán y puede llegar a asemejarse a la operetta dependiendo del peso de su contenido temático.
Grand Ópera
Los elementos de la Grand Ópera francesa aparecieron por primera vez en las obras Guillaume Tell de Rossini en 1829 y Robert le Diable de Meyerbeer en 1831. Se caracteriza por tener decoraciones lujosas y elaboradas, un gran coro, una gran orquesta y un número elevado de personajes.

Ópera alemana
El singspiel alemán La flauta mágica de Mozart se encuentra al frente de la tradición de la ópera alemana que fue desarrollada en el siglo XIX por Beethoven, Weber, Heinrich Marschner y Wagner. La primera gran ópera alemana del siglo XIX fue Fidelio (1805; revisada en 1806 y 1814), de Ludwig van Beethoven, un Singspiel dramático para el cual el compositor escribió cuatro oberturas diferentes. Está basada en la historia del rescate de un cautivo, trama que se había hecho popular durante la Revolución Francesa. Carl Maria von Weber creó la ópera romántica alemana con El cazador furtivo (1821), basada el relato homónimo de El libro los fantasmas de Johann August Apel; y las igualmente fantásticas Euryantha (1823) y Oberón (1828).
En el año 1808 llega la primera presentación de una opera bajo la producción de una compañía francesa, y se puede decir que es lo que da origen al estudio de la opera en nuestro país, ya que la escuela de chacao preparo a muchos compositores, pero todos ellos bajo la influencia de la música religiosa, después de la muerte del padre Sojo (1799), los músicos de la época empiezan a experimental con otras formas y estilos musicales.
Unos de los acontecimientos más nombrados para la fecha fue la inauguración del teatro de Caracas, en el año 1854, y para tal fiesta se presento la Opera de Verdi.

El Origen y características del Vals en Venezuela

El vals es un ritmo musical bailable, originado en el Tirol (Austria), en el siglo XII. El vals conquistó su rango de nobleza durante los años 1780 en Viena, expandiéndose rápidamente por otros países. Algunos autores creen que el vals tuvo su origen en la volte, danza de baile en tres tiempos practicada durante el siglo XVI. La palabra vals nació en el siglo XVIII, cuando el vals se introdujo en la ópera y en el ballet.
En su origen tenía un movimiento lento aunque, en la actualidad, se ha convertido en una danza de ritmo vivo y rápido. Su característica más significativa es que sus compases son de tres tiempos, es decir, de 3/4. En el compás del vals, el primer tiempo siempre es considerado como el tiempo fuerte (F), y los otros dos son débiles (d). Así, el patrón es "F, d, d". Al oír la palabra "vals", enseguida se relaciona con crap, o música clásica, pero lo cierto es que el vals sólo es una forma musical y puede estar en cualquier estilo, por ejemplo en forma de rancheras mexicanas, aunque el Swing siempre es el ritmo más usado (el cual es de 4/4, en patrón F, d, F, d). Chopin, el gran pianista polaco, aportó una cantidad de excelentes valses para piano y, entre ellos, el vals más breve denominado Vals del Minuto. Los Strauss también destacaron como grandes compositores de valses, especialmente Johann Strauss. En Latinoamérica existen diversas variantes como el vals venezolano, el vals colombiano, el vals brasileño, el vals ecuatoriano y el vals peruano con características que difieren de país en país.
El Vals en Venezuela se ha convertido en una de las formas musicales más importantes. Llegó al país después de la Guerra de Independencia. El Vals introdujo el uso del piano en nuestra antigua cultura. Las características especiales del Vals venezolano son las partes contrastantes dentro de la pieza, donde suele haber una suave introducción, luego partes o secciones más melódicas, que contrastan con otras, más rítmicas.

Representantes más destacados:

Federico Villena (1835-1899), Teresa Carreño (1853-1917), Rogelio Caraballo, Ramón Delgado Palacios (1867-1902) y Sebastián Díaz Peña (1844-1926), con su célebre "Maricela". Ya a principios del siglo XX, sobresalen los valses de Pedro Elías Gutiérrez (1870-1954), conocido por su joropo "Alma Llanera" de la zarzuela del mismo nombre, Francisco de Paula Aguirre, autor del popular "Dama Antañona", Federico Vollmer (1834-1901) y su "Jarro Mocho", Augusto Brandt (1892-1941), Simón Wohnsiedler, y Laudelino Mejías con su "Conticinio", entre otros. Aparte del vals, destacan la canción romántica venezolana, el "aguinaldo", ritmos y aires nacionales de raíz folclórica que inspiraron a nuestros compositores.

Análisis sobre la historia de la música en Venezuela

Análisis sobre la historia de la música en Venezuela.

La espiritualidad de las sociedades antiguas y modernas han estada acompañadas de música, desde antes del encuentro entre los dos continentes, el europeo y el americano, lo que hoy mal llamamos el descubrimiento de América, los antepasados que habitaban el territorio americano, tenían sociedades muy avanzadas como lo es el caso de los Maya en México y los Incas en Perú, estas culturas con todas sus ventajas y desventajas, como toda sociedad, acompañaban sus festividades con la música.
Debido a los hechos que acontecen el encuentro, fueron muchas las informaciones que se perdieron o destruyeron y en la actualidad los especialistas se encuentran a ciegas en este tema, lo que si podemos afirmar es que la música siempre ha estado presente en nuestro continente porque ella esta donde el hombre ha estado y estará.
En Venezuela es muy poca la información que se tiene en la materia, puesto que no se desarrollaron grandes sociedades indígenas, como la que mencionamos antes (la Maya y la Inca), más sin embargo tenemos en la actualidades grupos indígenas que mucho pueden aportarnos.
Nuestra historia musical prácticamente empieza desde que Los indios con Bagaje cultural. Tocaban flautas y maracas antes del año 1942. Después de 1492. Los negros y su cultura. Tocaban tambores y empezaron las primeras mezclas musicales populares.
Nuestra historia musical en un principio se dividió entre lo académico representado por el poder de la iglesia católica y lo popular representado por los esclavos y nuestros indígenas.
En el año 1532 se decreta que en la catedral de Santa Ana de Coro debe haber un organista, desde esta fecha podemos mencionar algunos acontecimientos siempre acompañados de la iglesia como lo son:
- 1547. Juan Rodríguez de Robledo. Cantor contralto. Primer músico de oficio.
- 1591. la capital es mudada a caracas y primer órgano traído a esta ciudad y organista designado Melchor Quintuela.
- 1641. se establece la primera escuela de canto llano.
- 1654. llega el primer bajonista a caracas y la catedral cuenta con el organista y el bajonista.
- 1671. aparece el primer maestro de capilla, con la obligación de enseñar órgano y canto llano, la responsabilidad es del padre Gonzalo Cordero.
- 1680. Fraile Diego de los Ríos. Realizo las primeras compocisiones venezolanas, estas eran motetes y villancicos. Con la particularidad de estar en la lengua caribe.
- Con la llegada de la guitarra de los españoles, las flautas y maracas de los indios y los tambores de los negros, empieza a darse las primeras mezclas poco a poco.
- 1659. Francisco Pérez Camacho el músico del Tocuyo. Se formo como tal en la catedral y se perfecciono en Puerto Rico.
- 1696. Francisco es nombrado músico del seminario Santa Rosa de Lima.
- 1725. Francisco es nombrado profesor de música de la recién creada universidad.
- 1712. aparece la primera escuela particular de solfeo.
- 1759. aparece la primera orquesta filarmónica que tocaba obras que estaban en boga en España.
- 1774. Bartolomé Bello. ( padre de Andrés). Es reconocido como compositor.
- 1739. Nace el padre Sojo (tío abuelo de Simón Bolívar). Su nombre es pedro Ramón Palacios Sojo.
- 1760. El padre sojo bajo la guía de Juan Manuel Olivares, prepara mas de 30 compositores y más de 150 ejecutantes de diferentes instrumentos.
- 1799. A la muerte del padre Sojo poco a poco los músicos formados en la escuela de chacao van dejando la música religiosa para dedicarse a la música para concierto y reuniones.
Es indiscutible la herencia musical que nos deja el padre Sojo, puesto que, la estructura bien sólida que tenía la escuela de Chacao de esos años, es nuestra ABC de la música Venezolana y la muerte del padre Sojo da inicio a la apertura de la música en todas sus manifestaciones populares y académicas como lo podemos clasificar.
Estos otros acontecimientos sin dudas están presente en la evolución de nuestras raíces musicales y cada uno de los personajes que continuación mencionamos aportaros o dejaron su esencia musical.
- 1784. Es inaugurado y se encontraba de Conde a carmelitas, y la música algunas veces acompañaba las obras de teatro.
- 1808. Representa la primera opera en el país, con una compañía francesa.
- 1780. a 1814. Nace y muere Juan José Landaeta.
- 1770 a 1837. Nace y muere Lino Gallardo.
- 1775 a 1815 nace y muere José ángel Lama.
- 1766 a 1836 Cayetano Carreño. Padre de Manuel Antonio (escritor del Manual de Urbanidad), Abuelo de Teresa Carreño y), y hermano de Simón Rodríguez (el Insigne maestro, quien se cambia el nombre por una disputa).
- .? a 1843. Juan Meserón, músico flautista y compositor, escribió el primer método de enseñanza musical en Venezuela.
- 1812. con la guerra. Los músicos decidieron irse al interior y empezar los movimientos musical, donde solo se escuchaba arpa, cuatro y maraca
- 1849. Se crea la academia de Bellas Artes. La área musical estaba a cargo de Atanasio bello Montero.
- 1854. Se termino de construir el teatro de caracas y se estrena la ópera de verdi.
- 1816 a 1873. Felipe larrazábal. Quien se dice que fue el músico más resaltante de la crisis política de esa época.
- 1782 a 1869. José María Montero. Fue alumno de José Luís Landaeta, sus compocisiones eran de carácter ingenuo.
- 1853 a 1917. Teresa Carreña, quien es sin duda la pianista venezolana con mayor trascendencia mundial.
- 1877. se creó el instituto Nacional de Bellas Artes.
Con este último hecho los venezolanos aseguramos nuestros géneros y estilos musicales, los músicos antes mencionados aparte de poner nuestro país en alto, también estaban sistematizando nuestros aportes culturales.
Para el siglo 20 lo empezamos un poco tarde (según algunos especialistas) por la consecuencia de la guerra civil que acabábamos de vivir, como toda guerra no deja nada bueno, solo atraso, más sin embargo, empezamos como teníamos que empezar.
Estos últimos hechos es la cosecha de aquellas siembras.
- 1886. se creó La Unión Filarmónica.
- 1854 a 1940. Salvador LLamozas, es considerado el primer músico nacionalista por haber empleado en los valses melodías tradicionales y giros folkloristas.
- 1869 a 1910. Pedro Elías Gutiérrez. Contrabajista, en el campo de la compocisión se dedico a la zarzuela y los valses. Su celebre alma llanera es parte de una zarzuela homónima.
- 1887 a 1974. Vicente Emilio Sojo. Dirige la academia de Bellas Artes. Crea el orfeón lamas y la orquesta sinfónica de Venezuela 1930.
- 1900 a 1978. José Antonio Calcaño, fue crítico, compositor, musicólogo y fundador de corales, su libro la ciudad y su música resume gran parte de su labor investigativa.
- 1898 a 1965. Juan bautista Plaza, dedico gran parte de su vida al rescate de la música colonial, fue organista y maestro de capilla de la catedral por 25 años, fundo la escuela de música Juan Manuel Olivares, fue enviado a estados unidos y a México para estudiar la organización de la educación musical, entre sus mejores compocisiones esta la Misa de Requiem 1933.
- 1891 a 1954. Juan Vicente Lecuna. Diplomático musical.
- 1882 a 1967. Raúl Borges. Maestro de Alirio Díaz y Antonio Lauro.
- 1917 a 1986. Antonio Lauro, Compositor y ejecutante de Guitarra.
- 1942. se funda la coral de la UCV, a manos de Antonio Estévez.
- 1967. Schola Cantorum de Caracas. A manos de Alberto Grau
- 1975. Se crea el Orquestal Juvenil. A manos de José Antonio Abreu.
Para concluir podemos mencionar los trabajo que esta realizando nuestro joven director Budamel, quien es director de orquestas con destacada presencia mundial como lo es, la orquesta de Berlín y de Estamburgo. Por su puesto hay otros hombres y mujeres que están haciendo la nueva historia musical de Venezuela y entre ellos me encuentro yo.

Escuela de Chacao: continuadores

Los compositores que comenzaron a destacarse después de culminada la guerra de independencia, escribían todavía en el estilo de la Escuela de Chacao, ya que seguramente fueron fomados en esta Escuela. Pero hay que reconocer en la música de estos creadores ciertas novedades, sobre todo en el trabajo de orquestación, pues introdujeron nuevos instrumentos y nuevas combinaciones en las partituras para orquesta. Por otra parte, el repertorio musical comenzó a cambiar y los compositores ya no escribían exclusivamente para las celebraciones religiosas. A este período pertenecen los manuscritos más antiguos de sinfonías y de música de cámara que se conservan.

Compositores de este período
Juan Francisco Meserón (Caracas, 1779 - 1845)
José María Gómez Cardiel (Cumaná, 1797 - Trinidad, 1872)
Atanasio Bello Montero.(Caracas, 1800 - 1876)
José María Osorio (Caracas, 1803 - Mérida, 1852)
José María Montero (Caracas, 1782 - 1869)
José Lorenzo Montero

Resurgimiento de la vida musical

En 1820, empezaron a representarse comedias y espectáculos dramáticos en la casa del señor Ambrosio Cardozo. El año 1831, el señor Cardozo construyó un teatro entre las esquinas caraqueñas que hoy conocemos como El Chorro y Coliseo. Este teatro, recordado como el Coliseo de Caracas, albergaba de 800 a 1000 personas. Es en este local donde se dieron a conocer algunas obras dramáticas que fueron representadas por compañías españolas que visitaron la capital, así como dos óperas de Rossini, puestas en escena por músicos criollos. El Coliseo fue desechado como teatro público hacia el año 1850, y para el año 1853, de él sólo quedaba un solar en ruinas.

Del montaje de óperas en el Coliseo se conserva una interesante crónica en el periódico La Oliva del 1º de septiembre de 1836. En ella se menciona el montaje de dos óperas de Gioacchino Rossini: La Urraca Ladrona, presentada dos veces, y El Barbero de Sevilla, puesta en escena sólo una vez. El montaje fue llevado a cabo por una compañía lírica criolla que dirigía Atanasio Bello Montero; esta compañía recibió gratos elogios de visitantes extranjeros que asistieron a las representaciones. En 1843 se presentó en El Coliseo una compañía lírica italiana: la Compañía de Ópera de Alejandro Galli. Esta temporada es famosa en nuestra historia musical por una acalorada polémica que levantó entre los críticos y melómanos caraqueños.

Atanacio Bello, de quien hablaremos con más detalles, había organizado con otro músico, José María Izaza, una Sociedad Filarmónica hacia 1831. Existía en la época la costumbre de incluir tonadillas sinfónicas y bailes en las noches de comedias, por lo que la orquesta de la Sociedad Filarmónica tuvo ocasión para debutar con bastante frecuencia. Entre los instrumentistas que formaban la orquesta se encontraban distinguidos músicos caraqueños como, por ejemplo, Juan Meserón y Felipe Larrazábal. Esta orquesta tuvo oportunidades para presentar programas de conciertos donde seguramente se interpretaban obras creadas por nuestros compositores.
El amplio interés del sector oficial de la época por la música es patente, por ejemplo, en la figura del General José Antonio Páez. En sus años de juventud, Páez conoció las danzas e instrumentos de la época, los cuales dominaba a la perfección. Muchas anécdotas se desprenden de los momentos de esparcimiento musical que encontró entre una batalla y otra durante las luchas de independencia. Por el año 1852, estableció relaciones amistosas en Europa con Louis Moreau Gottshalk, quien le dedicó Marche de Nuit, su opus 17. Durante su permanencia en Buenos Aires, dedicó a una niña dos obras en las cuales podemos apreciar sus dotes de melodista: Escucha Bella María y La Flor del Retiro.

Respecto a la educación musical durante esta época, encontramos la preocupación del gobierno por consolidar una institución oficial dedicada a esa labor. La Diputación Provincial de Caracas, en la Resolución del 3 de diciembre de 1849, y en Ejecútese del Gobierno Superior Político de la Provincia, del 7 del mismo mes, establece la creación de una escuela de música destinando para ello un presupuesto específico de trescientos pesos anuales. Esta escuela formaría parte de una Academia, y se instaló el 1 de enero de 1850, siendo su director el maestro Atanacio Bello Montero.

La República

Tiempos de contrariedad: música durante la lucha de independencia

El maravilloso movimiento musical generado en Venezuela durante la Colonia, se vio disminuido por los acontecimientos de la Guerra de Independencia, recrudecida intensamente hacia 1814. Desde 1810, aproximadamente, las actividades musicales en Venezuela habían comenzado a hacerse cada vez más escasas, hasta 1821, cuando se consolidó la independencia de la República. En estos años de guerra, la música está prácticamente ausente de la vida civil caraqueña.

Las autoridades patrióticas que se instalaron en el gobierno a partir del 19 de abril de 1810, en un afán por mantener el orden ciudadano, se mostraron más vigilantes respecto de las expresiones musicales espontáneas en las calles. En 1811 prohíben la ejecución pública de instrumentos musicales como la guitarra, o la maraca, y de todos aquellos que pudieran suscitar alboroto y desorden. Sin embargo, pese a estas prohibiciones, para las celebraciones del primer aniversario del 19 de abril, la misma junta de gobierno contrató al músico Francisco Villalobos para que organizara un concierto en la Universidad de Caracas. También la iglesia celebró el acontecimiento con una misa solemne y Te Deum en la catedral de Caracas. Luego, por motivo de la firma del Acta de Independencia, el 5 de julio de 1811, el gobierno ofreció una orquesta para la celebración de este acto. También, por estos años ya se ofrecían conciertos por abono, los cuales probablemente no prosperaron.

En el año 1812, un terremoto vino a acrecentar la lastimosa situación social y económica que sufría la vida caraqueña de entonces. Poco antes de este desastre, habían aparecido invitaciones a participar en bailes por suscripción; son las primeras noticias que se tienen de ello. Ya para 1814, prácticamente es nula toda la actividad musical en Venezuela. Apenas en el año 1818, llegó a instalarse en Caracas una academia de música gracias a la iniciativa de Lino Gallardo. No se trataba propiamente de una institución de enseñanza musical, sino de una reunión de amateurs en tertulias o veladas musicales públicas; tal era el significado que tenía la palabra "academia" en esa época.

La iniciativa de realizar conciertos por abono fue retomada hacia el año 1819, cuando se fundó en Caracas la primera Sociedad Filarmónica del país. Esta sociedad recibió la aprobación del general en jefe realista Pablo Morillo y se mantuvo durante poco más de un año realizando conciertos mensualmente. Pero no es sino hacia 1821 cuando, vencidas las fuerzas realistas, la vida civil del país alcanzó una relativa estabilidad y se reanudan las actividades culturales. Pese a las adversas circunstancias de los años de la guerra de independencia, el estilo de la Escuela de Chacao perduró hasta mediados del siglo XIX.

Escuela de Chacao: segunda generación

Escuela de Chacao: segunda generación

Surgió con el tiempo una generación de jóvenes compositores formados dentro del estilo de la Escuela de Chacao, de allí que se conozca este grupo con el nombre de "Segunda Generación" de la mencionada escuela. En las obras que hoy se conservan de estos músicos, se hace evidente una asimilación del espíritu de la música religiosa europea del siglo XVIII. El estudio de las obras de los grandes maestros del clasicismo europeo les brindó a estos músicos los medios técnicos a través de los cuales pudieron satisfacer necesidades del ambiente espiritual de la época.

El estilo de la Escuela de Chacao seguramente se vio afectado por el levantamiento de un teatro público en el año 1783 en la actual esquina de El Conde. Su construcción había sido ordenada por el gobernador Capitán General Brigadier don Manuel González de Navarra, quien tuvo a su cargo la administración pública venezolana desde finales de 1782. La presencia de un teatro público es muestra de cómo la vida civil caraqueña empezaba a exigir sus propias manifestaciones culturales y sociales. En mayo del año 1808, en este teatro se llevó a efecto en Caracas la primera temporada de ópera, la cual estuvo a cargo de la compañía francesa Espenú.

En el teatro de El Conde se realizaban representaciones donde, al final del espectáculo, se entonaban canciones patrióticas que eran coreadas con entusiasmo por el público. Para estas presentaciones, seguramente se requirieron servicios de músicos, quedando abierto un nuevo campo de trabajo para ellos. Los inventarios del teatro apuntan el pago que se hizo en varias ocasiones a músicos pero lamentablemente no se especifica a quienes. Los compositores de la Segunda Generación de la Escuela de Chacao entraron en contacto con repertorio profano fresco, lo cual tuvo que influenciar en sus conceptos formales y repercutir en sus creaciones.

Compositores de este período
José Ángel Lamas (Caracas, 1775 - 1814)
Cayetano Carreño ( Caracas, 1774 - 1836)
José Lino Gallardo Ocumare del Tuy, 1773 - Caracas, 1837)
Juan José Landaeta (Caracas, 1780 - 1812)
José Francisco Velázquez, el joven Caracas, 1781 - 1822)

Escuela de Chacao: primera generación

Escuela de Chacao: primera generación

Las obras pertenecientes al estilo de la Escuela de Chacao fueron escritas para dos, tres o cuatro voces, en textura homofónica, es decir, con ritmo similar, en pasajes que alternaban frecuentemente con un "solo" vocal sencillo; estaban instrumentadas estas obras para la: violines, violas, violonchelos, contrabajos, dos oboes, dos trompas, con incorporación ocasional del clarinete, la flauta o el fagot. En cuanto a carácter, esta música, austera en recursos, es expresiva en contenido emocional y excluye todo elemento afro o indio.

El estilo de la Escuela de Chacao -el sentimentalismo que le era propio, su sencillez de recursos armónicos y contrapuntísticos empleados- fue conservado por nuestros compositores hasta bien entrado el siglo XIX. Muchas obras de los compositores de la Escuela de Chacao lograron alcanzar tal popularidad que fueron reescritas una y otra vez a lo largo del siglo XIX, logrando sobrevivir al desastre de la Guerra de Independencia, a la subsiguiente Guerra Civil, y a la acostumbrada amnesia histórica característica de la modernidad occidental. Es esta popularidad, junto al esfuerzo tenaz de nuestros músicos y musicólogos, lo que explica la supervivencia del repertorio colonial venezolano. Habría que agregar a este impulso conservador, el elemento que proporciona nuestro orgullo nacional, ya que todos los compositores de la Escuela de Chacao, músicos venezolanos de la Colonia, nacen y se forman en Venezuela, llegando incluso a estar íntima y activamente involucrados con la causa independentista.

La música de la Escuela de Chacao, a pesar de su relativa sencillez, goza de una particular expresividad, un aliento singular que la diferencia también de otras escuelas contemporáneas. Juan Bautista Plaza, en un estudio detallado sobre la música colonial venezolana, observa que los músicos venezolanos de la Colonia produjeron una música que estaba al día con la europea de entonces. Hubo que esperar mucho tiempo para que en Venezuela se repitiera ese fenómeno de contemporaneidad en producciones musicales.

Compositores de este período:
Juan Manuel Olivares. (Caracas, 1760 - 1797)
Francisco Velásquez, el viejo (Caracas, 1755 - 1805)
José Antonio Caro. (Caracas, 1758 - 1783)
Pedro Nolasco Colón. (Valencia, c.1770 - Caracas, 1813)

HISTORIA DE LA MÚSICA EN VENEZUELA

Primeros registros sobre la actividad Musical en Venezuela

La música en la América Colonial del siglo XVI

Es bien sabido que el encuentro de las Culturas, ocurre al final del año 1492 (siglo XV). A partir de esa fecha no se han de producir en estas tierras importantes aportes culturales, a no ser por la fundación de la denominada Primogénita del Continente: Cumana. En tal sentido refiere la historia que la Corona Española considera, que no existe importancia ni estratégica, ni económica como para invertir en grandes proyectos de conquista he imposición de cultura, en lo que a la postre ha de ser la Provincia de Venezuela, tal es el hecho que la denominada capital de provincia será fundada luego de la segunda mitad del siglo XVI en 1567.

Como es imagen del tiempo, cada tiempo tiene su música. En lo concerniente al tiempo que llamamos en la música "período colonial venezolano", sólo se conoce con precisión lo que se refiere a su etapa final, correspondiente al último tercio del siglo XVIII y primer tercio del siglo XIX, pues sólo se conservan manuscritos musicales que datan de esta época.

En otras regiones de América sí encontramos manuscritos mucho más antiguos que datan de mediados del siglo XVI. Esos manuscritos reposan en catedrales que se levantaron en ciudades virreinales como Ciudad México, Guatemala, Nueva España, Bogotá, Lima. Cada catedral poseía su capilla musical, dirigida por un maestro de capilla que era secundado por un organista y un grupo de cantantes e instrumentistas. La vida pública y sobre todo la actividad musical de las ciudades americanas giraba en torno a las catedrales.

La historia musical de America mantiene con la iglesia una deuda enorme. Esto es particularmente cierto en nuestro país que, como el resto de los países de América Latina, fue sometido a un proceso de evangelización y conversión católica de sus habitantes; sólo bajo esta condición eran otorgadas concesiones políticas y económicas en los territorios conquistados. Podemos entender entonces cómo la concepción del mundo y la moral establecida en Venezuela durante la conquista fue simplemente aquella relativa a la religión católica. Es claro, pues, que la historia cultural y musical venezolana se encuentra estrechamente vinculada a ese credo religioso.

Tal como lo expresa Guido W (1978):
El proceso de la actividad musical en Venezuela se realiza con lentitud. La
sociedad colonial alejada de los esplendores de los virreinatos, la no
incidencia de manifestaciones musicales indígenas y el aporte de los esclavos
africanos hacen que la música durante el primer periodo colonial sea de escaso
valor.


A raíz de la fundación de Nueva Cádiz, conocida como Cubagua, la historia solo refleja la actividad musical, religiosa relacionada con la veneración de la Virgen de la Caridad del Cobre, cuya imagen se estima fue llevada desde la Isla de Cuba en una fecha aproximada al 1530.

La venerada imagen sería solemnemente bendecida y entronizada en uno de los templos de Cubagua por el padre Antonio Meléndez, que en aquellos años era el beneficiario de aquel curato.
La isla de Cubagua pasó por terribles y varias destrucciones, que obligaron a sus vecinos a pasarse para Margarita, donde su párroco, Francisco de Villacorta, había poblado la Villa del Espíritu Santo. El 25 de diciembre de 1541, un terrible ciclón arrasó a Nueva Cádiz, haciendo víctimas y destruyendo la totalidad de sus casas, incluso la parroquial de Santiago.

Gracias a diversos documentos sabemos de la actividad musical en las catedrales venezolanas. La primera de éstas comenzó a ser levantada el año 1535 en Santa Ana de Coro, sede desde 1531 del Obispado de la Capitanía General de Venezuela. Desde 1536, cuando se nombró al clérigo Juan Rodríguez Robledo como 'chantre' de la catedral de Santa Ana, la música estuvo siempre presente en las celebraciones religiosas de nuestro país. Diversos documentos nos muestran el profundo interés que tuvieron nuestros obispos de acompañar nuestras festividades religiosas con la mejor música, intentos que siempre encontraron trabas de tipo económico, solventadas medianamente con las modestas contribuciones de los fieles. Frecuentemente azotada la ciudad de Coro por piratas, el Obispado de Venezuela fue trasladado a la ciudad de Santiago León de Caracas hacia el año 1636.

La Música en Venezuela durante el siglo XVII

Los orígenes de la música académica o culta en Venezuela se remontan a la segunda mitad del siglo XVII, cuando en octubre de 1673, se fundara en la ciudad de Santiago de León de Caracas, el Colegio Seminario de Santa Rosa de Lima, por edicto del obispo fray Antonio González de Acuña. Para ello tuvo en cuenta la Real Cédula de Felipe II, expedida casi un siglo antes, o sea en 1592, por la que se autorizaba la erección de este Colegio Seminario. Y por Real Cédula del 22 de diciembre de 1721, dicho colegio se transformo en la real y pontificia Universidad de Caracas.
Aunque se ha escrito que la primera escuela de música, en Venezuela, data de 1591, fundada por el español, Luís Cárdenas Saavedra, se ha comprobado que nunca existió tal escuela. Lo que realmente fundo Cárdenas fue una escuela para niños, como consta en las actas del Cabildo de Caracas, que se conservan en el archivo del consejo Municipal. El primer órgano llego a Caracas, en ese año y fue instalado en la Iglesia Mayor; lo tocaba Melchor Quintuela.

La enseñanza musical también era dominio de la iglesia. En 1640, el Cabildo Metropolitano ordenó la creación de una escuela de Canto Llano1. Para dictar una lección diaria en esta institución se contrató a un profesor con un salario de 50 pesos. Se estima que ésta fue la primera escuela de música que existió en Caracas. Luego, en 1696, se fundó en el Colegio Seminario de Santa Rosa una cátedra de Canto Llano para la cual se nombró maestro de capilla catedrático a don Francisco Pérez Camacho. En 1721, el Colegio Seminario fue convertido en la Universidad de Caracas y don Pérez Camacho pasó a retiro. Su sustituto, don Silvestre Mediavilla, no debió haber permanecido mucho tiempo ocupando el cargo que don Pérez Camacho había dejado vacante, ya que casi inmediatamente la cátedra fue cerrada, y así permaneció desocupada desde entonces hasta el año 1774 cuando el presbítero Ramón Delgado, entonces sochantre de la catedral de Caracas, la ocupó hasta 1785.

Hacia 1727 existían conjuntos instrumentales que se contrataban para figurar en el cortejo de quienes iban a recibir el doctorado en la Universidad Real y Pontificia; estaban formados por trompetas, chirimías (especie de clarinete), e instrumentos de percusión, tales como atabales (especie de tambor árabe), tambores y baquetas. Muchos de los instrumentos de fines del siglo XVII corresponden al barroco europeo debido a la dominante influencia cultural de España. Existen grandes lagunas en este espacio histórico a pesar de la labor de investigación desplegada por los musicólogos Juan Bautista Plaza y el Profesor José Antonio Calcaño.

A partir del siglo XVIII se desarrollo en el país un fecundo movimiento cultural-humanístico gracias al crecimiento económico impulsado por la producción agrícola, del cacao.

A comienzos de esta centuria se había fundado en Caracas una sociedad denominada La Filarmónica. En 1759, con motivo de la proclamación del rey Carlos III, se celebraron grandes fiestas y representaciones de comedias en San Sebastián de los Reyes ( estado Aragua), que fueron acompañadas por conjuntos integrados por clarineros, cajeros, violineros y chirimiteros, como anota el ilustre musicólogo José Antonio Calcaño; o sea diríamos hoy, trompetistas, tambores, violinistas y tocadores de chirimía, que como ya se menciono anteriormente era un instrumento bastante parecido al clarinete.

Existía pues un movimiento musical, quizás no bien organizado, pero que rendía provechosos frutos a la comunidad esto se comprueba por un documento de 1776 que menciona una orquesta que toco algunos conciertos, para festejar, en Caracas las Bodas del príncipe de Asturias en Madrid. El historiador Arístides Rojas afirma que en 1750 se fundó, en Caracas, una orquesta y relata la presentación en esta ciudad de un Auto a nuestra señora del rosario, cuya partitura contenía trozos para los personajes y partes para coro, además de la orquesta. En 1770 fueron traídos de la ciudad de México, 29 violines, y para las fiestas del Corpus de 1781 el Ayuntamiento contó con una orquesta de violines, violas, violoncelos. contrabajos, flautas, clarinetes, oboes, trompas, trompetas y bajones (fagotes).

Este es el movimiento musical que precede a las actividades del presbítero Pedro Palacios y Sojo (1739-1799), tío de Simón Bolívar, a quien el humanista y maestro Andrés Bello, en un articulo publicado en 1826 en su periódico El repertorio Americano le distingue como el fundador de la música en Venezuela. A él le tocó, pues, orientar a la primera generación de músicos, llamada la Escuela clásica o primera generación , formada por Juan Manuel Olivares (1760-1797), José Francisco Velásquez (1756-1805) y José Antonio Caro de Boesi, de quien se ignora la fecha exacta de nacimiento y muerte.

De Juan Manuel Olivares, considerado el músico más culto de este periodo, no se ha averiguado cómo alcanzo la excelente formación técnica que se aprecia en sus obras. Caro de Boesi fue, de este grupo, el de mayores conocimientos y su empleo del contrapunto vocal demuestra una superior formación que sus dos contemporáneos citados. Su misa en re, también llamada el esclavo vendido, a la práctica de los antiguos maestros polifonistas, es una de las partituras religiosas de mayor jerarquía de la música colonial.

Lo que llama la atención de estos músicos, así como la de los posteriores, que fue su contemporaneidad. A la manera de los clásicos europeos del siglo XVIII, en algunas de sus páginas se aprecia el estilo de Haydn, Gluck, Mozart, Pergolesi, Pleyel, así como de los operistas Italianos del siglo .

No se ha podido comprobar si el padre Sojo era compositor o un simple aficionado, pero no cabe duda que fue el alentador de este primer movimiento que do estimulo al segundo, ya limitado por el romanticismo Beethoveniano.

Hacia esta época, último tercio del siglo XVIII, , se desarrolló un sorprendente movimiento musical en Caracas. A partir de entonces comenzamos a tener una idea más precisa de la música del período colonial venezolano, gracias a una significativa cantidad de manuscritos musicales que conservamos de este tiempo. Entre esos manuscritos destaca la partitura de una Misa de Difuntos a tres voces compuesta por José Antonio Caro de Boesi "para el uso del Oratorio del Patriarca San Felipe Neri de Caracas". De todos los manuscritos de esta época, éste es el más antiguo. En la primera página aparece una inscripción en tinta: "Año 1779". Conocemos muy poco de la música que se producía en Caracas antes del aparecimiento de esta obra.

Desde finales del siglo XVI, 'chantres', organistas y maestros de capilla de las catedrales de Coro y Caracas, escribieron obras para el servicio religioso. Entre estos músicos cabe nombrar a los ya mencionados Juan Rodríguez Robledo, chantre de la catedral de Santa Ana de Coro desde 1536; Francisco Pérez Camacho, bajonista2 de la catedral de Caracas en 1682, maestro de capilla cinco años más tarde, catedrático de música del Colegio Seminario de Santa Rosa desde 1696. Habría que mencionar a Ambrosio Carreño, nacido en Caracas en 1721 y formado musicalmente por un organista de la catedral, el Padre Jacobo Miranda. Ambrosio Carreño, maestro de capilla de la catedral de Caracas entre 1749 y 1778, dedicó su vida entera a la música, fue maestro de varios músicos de finales de la Colonia, entre quienes destacan Pedro Nolasco Colón.y don Bartolomé Bello, padre de Andrés Bello.

El importante movimiento musical que se consolidó en Caracas hacia la última parte del siglo XVIII, tuvo su impulso fundamental en la figura del Padre Sojo. Don Pedro Ramón Palacios y Sojo, hermano del abuelo materno de Simón Bolívar, nació en Guatire, actual estado Miranda, el 17 de enero de 1739. Era un fiel y empedernido amante de la música; fundó en Caracas una congregación semejante a la del oratorio San Felipe Neri que ya existía en Italia desde 1564. Este oratorio se había caracterizado desde su creación por haber tenido la música como un valioso instrumento de propagación de la fe religiosa. El Padre Sojo viajó a Italia y a España para obtener la aprobación del Papa Clemente IV, la cual le fue otorgada el año 1769, quedando establecido el oratorio, en Caracas, el 18 de diciembre de 1771. Su sede se ubicaba en la actual esquina de Cipreses, ahí donde hoy se levanta el Teatro Nacional.

En la época cuando se fundó ese oratorio, ya había algunos jóvenes que poseían conocimientos musicales. El Padre Sojo se dio a la tarea de agrupar estos talentos dispersos; encargó a uno de ellos, a Juan Manuel Olivares, el adiestramiento musical de otros jóvenes, quienes constituirían las dos generaciones de músicos venezolanos que hemos llamado "Escuela de Chacao", pues estos músicos pasaban temporadas en la hacienda que poseía el Padre Sojo en Chacao, específicamente en la zona caraqueña que hoy llamamos La Floresta. Durante estas temporadas, seguramente recibían enseñanza de Juan Manuel Olivares. Son estos compositores los que produjeron el notable repertorio de música escrita en estilo clásico que constituye el acervo musical de la colonia venezolana. El grueso de la producción de la Escuela de Chacao está constituido por música del género sacro: misas, te deum, motetes, graduales, lamentaciones, pésames, tonos de Navidad, ofertorios, salves, entre otras formas musicales asociadas a las festividades católicas. No se descarta que hayan escrito obras profanas, pero de este género sólo sobrevive el Dúo de violines atribuido a Juan Manuel Olivares.